sábado, 13 de marzo de 2010

Ayudarnos sin nada que esperar a cambio








-Los días pasan y pasan y uno no se da cuenta hasta que mira el calendario y se da cuenta de que Marzo ya está bien entrado...recuerdo el día en que llegamos a Quebradas, cuando bajamos del carro y el sofocante calor casi nos impedía hasta respirar...ahora ya el cuerpo se ha acostumbrado, pero de vez en cuando tenemos días de gran calor y tomar tres o cuatro baños de agua bien fría al día es normal. Ahora entiendo porqué no pueden comprender que en Europa nos bañemos con agua caliente, una vez al día o incluso menos. Bañarte con agua caliente hace que sudes más aún, lo que hace inutil tomar baños...como dice Cilian "en España no se bañan".
En la comunidad cada vez es más la gente que me conoce y no duda en pararse a conversar un rato cuando me ven por la calle. Así me voy haciendo con el "horario tico" y llego tarde a todos los sitios, pero es que para llegar puntual tienes que salir con mucho tiempo de antelación ya que es seguro que en dos o tres ocasiones te encuentres con alguien siempre con una sonrisa en la boca y "pierdas" un rato charlando, acá la gente no tiene prisa, no se preocupa por el reloj, y cuando nos dicen que tenemos alguna reunión ya sabemos que la hora que nos dicen no va a ser a la que empieze, sino que a esa hora hay que sumarle otra más por lo menos para que pueda empezar, asi que con mucha tranquilidad y sin estresarse yo me he acostumbrado con mucho gusto a éste horario.

En casa paso muchos ratos hablando con Yolanda y cosas tan sencillas para nosotros como la calefacción en casa, es sorprendente para ellos, hasta Elisabeth la pequeña de la casa me preguntó que qué era eso de la calefacción o que si no comemos todos los días arroz y frijoles qué es lo que comemos. O los horarios, es curioso como acá de ocho a nueve de la noche ya es tardísimo y todo el mundo está ya acostado y de cinco a seis de la mañana se levantan y no pueden creer que estoy acostumbrado a cenar a las diez de la noche y que las ocho de la mañana es muy temprano para mí. Ya me he acostumbrado y a las ocho de la noche estoy sorprendentemente cansado!

Todos los Jueves hay un mercado de frutas y verduras en San Isidro y todos los Jueves voy a pasear y comprar unos ricos mangos. Mucha es la variedad de frutas que acá hay, muchas frutas que uno no conoce pero que no duda en probar. Guanábana, caimito, marañon, papaya, maracas...la fruta es muy natural y está realmente rica, es increíble el ir caminando hacia Fudebiol para trabajar viendo la plantación de café, coger unas naranjas del árbol o unas bananas para después de comer o colocarlas en unas plataformas para que coman montones de especies de aves o si es temprano, para que bajen los monos cariblancos, o cortar una caña de azucar y mascarla...Pura vida!

Y la familia crece! ahora somos cinco voluntarios, la nueva voluntaria, Dina de Portugal, viene con muchas ganas y el primer día no duda en subir a Fudebiol a pesar de ser las 2 de la tarde y un espléndido sol que hace muy sofocante la subida. Un día después de que arrivara nos vamos a pasar dos días a Bahía Uvita, y así seguir recorriendo las playas del Pacífico sur, Dominical, Hermosa, Punta Uvita...playas donde se unen selva y playa, donde las palmeras lanzan peligrosos pero ricos cocos y los pelícanos nunca dejan de sobrevolar el mar. Es curioso porque hasta ahora siempre tomaba los baños en casa con agua caliente y en la playa me refrescaba con agua fresca...acá es al revés, en casa me baño con agua fría y en la playa con agua bastante cálida...así como la temperatura de la arena que la hace impracticable y no me imagino jugando a las palas al sol... demasiado calor y tal es la fuerza del sol que a pesar de embadurnarme una y otra vez con protección solar de las más fuertes, acabo rojo como los simpáticos cangrejos que corretean éstas playas. En éste viaje pasamos la noche en la playa, entre playa y selva y muchos son los sonidos que hacen que la noche no sea de las más tranquilas, tan pronto te relajas con el sonido de las olas como te sobresaltan los inquietantes sonidos de la selva, fue toda una experiencia, que comenzó con una expectacular puesta de sol y que acabó con un baño al amanecer.
Nos bajamos del autobús cerca de playa Hermosa, o eso es lo que nos dicen, ya que nos vemos en medio de una carretera en medio de la nada...tras preguntar a unos muchachos nos indican un sendero que baja hasta la playa. Por éste sendero caminamos entre palmeras y enormes "carreteras" hechas por las incansables hormigas hasta llegar a la playa. Esta es una playa completamente salvaje y desierta, no se ve a nadie por ningún lado a pesar de que la playa es inmensa. Tras caminar y encontrar una sombra bajo un árbol medio caído primer baño del día, agua cálida, arena ardiente y un sol abrasador hace que el mejor lugar sea un tronco a la sombra...y después de comer decidimos ir a playa Uvita que está más al este, asi que agarramos la carretera donde nos dejó el autobus y comenzamos a caminar y probar suerte a ver si algún carro se detiene por nosotros...tras caminar un ratico vemos como un carro se detiene y recoge a DIna y a Omar, ¡bien!, ¿parará ahora para recogernos a Denise y a mi? pues si, tuvimos la suerte de que el carro era un jeep con caja atrás, asique montamos los cuatro en la caja y a toda velocidad con el viento pegándonos en la cara llegamos "cerca" de Uvita. El carro se detiene y nosotros bajamos, el hombre muy amable nos indica por donde ir a la playa, pero al llegar al cruce no estamos muy seguros y preguntamos de nuevo en una pequeña tienda de artesanía y nos indican otro camino diferente (algo muy normal acá) seguimos el nuevo camino hasta que después de andar un buen rato llegamos a una playa, pero resulta que la playa que encontramos no era Uvita, sino Punta Uvita, nos habíamos pasado. Tras preguntar varias veces nos dimos cuenta de que la gente no se aclara mucho, ya que cada uno dice una cosa diferente "no, Uvita es al otro lado de la bahía"; "pero si Uvita es toda la bahía"; "sí, claro, Uvita esta al otro lado del río" y así una y otra vez...asique nuevo bañito y a relajarse un poco después de tan larga caminata. Ya cuando el sol empezaba a caer caminamos por la playa a ver si encontramos la playa de Uvita, donde queremos acampar y pasar la noche. Tras caminar y ver un increible atardecer llegamos al río que supuestamente separa Uvita de Punta Uvita, ahora queremos encontrar una sodita donde comer algo y entonces apareció de la nada Cristopher, un Colombiano que está viviendo en Uvita y que nos saca de todas las dudas que podíamos tener. Él nos lleva a una soda y nos dice una zona donde acampar. En la soda conocemos a Maggie y a Brad, dos Estadounidenses que también estaban de viaje por Costa Rica y que si no encuentran nada que les guste, tal vez pasen la noche junto a nosotros. Cuando Cristopher nos deja y se va a su casa, apagamos las linternas e intentamos dormir, cosa nada sencilla dado el ruido que hay, son muchas las veces que me despierto en la noche. Ya por la mañana y de amanecer fuera de la tienda, dado el calor que pasábamos, lleno de arena y de picaduras de mosquitos, otro baño más para comenzar bien el día, son casi las seis de la mañana y todo está cerrado y nadie camina por las calles, tras desayunar la poca fruta que me quedaba y pasar un rato intentando no dormirme en el césped que hay frente a la pulpería, por fin abren un bar para tomar un rico batido.
Después del segundo desayuno que el cuerpo agradeció mucho, esperamos hasta las 9 para tomar otro autobús que nos lleva hasta Dominical, como siempre preguntamos a varias personas para sacar nuestras propias conclusiones y esperar en el lugar donde creemos que es el correcto, preguntamos a una lugareña que nos dice que sí que es el lugar correcto y que ahorita viene...tras una larga espera aparece un autobús pero se marcha por otra calle que no es la que la mujer nos habia dicho...¿que ocurre? un niño nos dice que va a lavar el autobús y que ahora vuelve...¿? en fin que vemos como el autobús se aleja de nosotros dejando una nube de polvo y nosotros sin saber que hacer...ahora para bajar a la playa nos quieren hacer pagar 6 dólares y el autobús de San Isidro no es hasta las 2 de la tarde...¿que vamos a hacer?...ahí apareció de nuevo nuestro salvador, Cristopher, apareció de la nada y simplemente nos indicó un sendero que lleva a la playa por el que no hay que pagar nada, para después desaparecer, no sin antes advertirnos de que tengamos cuidado por el sendero ya que no es muy seguro. Por supuesto nosotros no íbamos a pagar, asi que vamos a la aventura y cogemos el sendero...aquel sendero no estaba tan abandonado como me imaginaba, pero llegamos a un punto donde sendero y río cruzaban sus caminos y para atravesar tal río había un viejo puente, o mejor dicho medio viejo puente. Un medio puente que apenas podía con el peso de los cuatro, ya que notamos un ligero movimiento...va a ser mejor cruzar cuanto antes. En ese momento recordé aquellos "graciosos" cartelones que habíamos visto en varias ocasiones que te decían que tuvieras cuidado con los cocodrilos en los ríos. Asi que colgado a una rama atravesé el río y poco a poco fuimos pasando todos. Tras pasar este "pequeño" y emocionante obstáculo ya se podían escuchar las olas del mar, que nos indicaba que nuestro objetivo estaba más cerca. Una vez en la playa y después de otro bañito echamos una cabezadita bajo la sombra de las palmeras, hasta que aparecieron Maggie y Brad. Después de abrir un sabroso coco con la ayuda de Brad, un último bañito, algo de comida y un poco más rojos gracias al sol, a seguir durmiendo en el autobús que nos lleva de vuelta a San Isidro. Todo a salido bien y a sido una gran experiencia llena de emociones y nuevas caras.

Pasada ésta aventura ahora toca volver al trabajo, tenemos la feria del agua muy cercana y muchas son las tareas que tenemos que hacer para que todo salga bien, que la gente esté contenta y que para el próximo año se pueda repetir. Desde hacer unos desagües en el camino que sube a Fudebiol para evitar inundaciones, pintar los carteles de señalización, limpiar el lago del centro, algún que otro arreglo en el mariposario, en la escuela...también se nos ocurrió hacer una campaña publicitaria en San Isidro, hicimos unas invitaciones y recogimos un poco de menta y fuimos al centro a repartir. Además viene un grupo de 7 muchachos y muchachas de Canadá, con los que tenemos que trabajar, hay que preparar las tareas que vamos a hacer con ellos, que va a ser reconstruir unas escaleras que llevan hasta la plaza de deportes y el día que llegan los guiamos por los senderos de la reserva, algo sencillo ya que es la primera experiencia como guías por la selva y no queremos que nada salga mal.
Y depués de dar una idea al grupo de mujeres de ASOFEQUE para que hagan un librito de recetas típicas de Las Quebradas, me meto a trabajar de lleno con ellas, acudo a sus reuniones, las organizamos un poco para que escogan las recetas, pasamos casa por casa a recoger las recetas para ir pasándolas a la computadora y de vez en cuando llaman porque han hecho alguna receta y así hacer una foto...un nuevo proyecto que nada tiene que ver con Fudebiol y que está más perfilado a la comunidad, seguro que no va a ser el último, ya que cada mañana nuevas ideas bombardean nuestras cabezas, muchas son las cosas que queremos hacer y cuando menos te lo esperas aparece una nueva oportunidad. Asi que esto es un no parar y nunca hay tiempo para el aburrimiento...eso sí este sabado descansaré y dormiré hasta las 7:30, que lujo!!

jueves, 4 de marzo de 2010

Donde los saludos son sonrisas





-Ya ha pasado una semana desde que llagamos a Las Quebradas, y tras pasar unos días para conocer a las familias y a la gente de la comunidad, empezamos a trabajar. En el centro trabaja Don Jesús, un hombre que vale para todo, desde llevar la recepción, a trabajos de jardinería, preparar cafes para las visitas o explicar lo que sea dentro de la selva, fauna, flora...tiene mucha energía y me sorprende ver lo bien que hace todo y sin dudar un momento. Siempre con su gran machete colgado al cinturón, el primer día nos llevó a recorrer parte de los senderos de la reserva, fue impresionante y la primera vez que me adentré de verdad en la selva, donde tienes que prestar mucha atención a todo, no despistarte ni un sólo momento. La selva esta llena de ruidos de insectos, aves...es un no callar, y siempre hay movimiento por todas partes de repente ves una gran araña o una gran serpiente, aves de aca para alla o un simpático mono.
Acostumbrado a caminar por tierra de pinares, robledales, hayedos o simplemente por mi querida meseta, a llevar mis manos en las cintas de la mochila, con mis prismáticos colgados al cuello, la cámara siempre preparada, observando relajadamente, donde el mayor peligro puede ser una molesta piedra en la bota, o una tonta caida y llevarte una rodilla magullada a casa, aca el mínimo despiste te puede costar mucho más caro, un momento de reláx, no mirar donde pisas, apoyarte en una rama seca, o confiarte un poquito puede ser muy peligroso y tal vez no llegar a casa...En la selva para mi casi han sido más útil las manos que los pies al caminar, senderos estrechos llenos de hojas y piedras mojadas, siempre con mucha húmedad los resbalones son muy normales.
El calor y la humedad te hacen sudar un montón y si te olvidas la cantimplora en casa lo puedes pasar mal, hasta que encuentres un río, porque aquí puedes beber de un río con total tranquilidad, el agua es pura y limpia. También me llamó mucho la atención como la vista se acostumbra a la claridad u oscuridad en décimas de segundos, puedes ir caminando por el bosque y al llegar a un claro te das cuenta de la oscuridad por la que ibas caminando, parece todo diferente.
Ascendiendo hacia Pico Zoncho, sorteando ramas, piedras, troncos caídos en medio del camino, Elisa se llevó un gran susto al quedarse atrás y encontrarse una gran serpiente, una terciopelo, de las más peligrosas de Costa Rica, en posición de ataque y con la boca abierta, es algo normal, hay zonas donde esperan en la linde del camino a que pase alguna presa como algún roedor o algún pajarillo y hay que tener mucho cuidado...según avanzamos podemos ver la madriguera de algún armadillo o curiosas plantas.
La flora es muy abundante, donde puedes encontrar lindas orquídeas, impresionantes helechos de al menos 15 metros de altura, sí helechos con tallos del grosor de un árbol que impresionan mucho, viejos robles de un tamaño inimaginable, hortensias, o un montón de lianas que recuerdan a las películas de tarzán...en fin, que la selva es un lugar mágico, lleno de vida y te transmite unas sensaciones que no sabría explicar, es como que te hipnotizara y siempre quieres avanzar y descubrir nuevas cosas.

El clima que estamos teniendo es bastante raro, la gente dice que esto no es normal, que algo está cambiando(...) ,estamos en la época seca y todas las tardes llueve, hay días que un poquito y días de tormentas tropicales impresionantes, truenos ensordecedores, que hacen que uno pege un brinco y aguaceros que hacen inutil mi impermeable...¿Cómo va a ser la época de lluvias?...¿seca?, ¿más lluvia aún?...

Estos días el trabajo no es muy complicado, recogemos hojas, arreglamos algún puente de los senderos, recibimos visitantes...una ayuda que Jesús agradece un montón y valora mucho. Al final de ésta primera semana, nos reunimos con la junta directiva de Fudebiol, de la que ya formamos parte activa como cooperantes, para definir un poco el trabajo que vamos a realizar cada uno de nosotros y nosotras, presentar nuestros proyectos personales, e ir preparando la feria del agua que se celebrara en Marzo.

El fin de semana lo aprovechamos para ir a San Gerardo de Rivas, un pueblecito que está al pie del Cerro Chirripó, la montaña más alta de Costa Rica con 3820 metros sobre el nivel del mar. En éste pueblo todos los años se celebra una carrera con un recorrido "sencillo", subir y bajar al cerro corriendo...yo no me lo podía creer cuando me contaron que el ganador tardó 3 horas y 15 minutos...es increible! la media para ascender caminando está entre las 8-10 horas y hay que estar bien preparado para completar la ascensión y luego hay que bajar!...nosotros estamos pensando en hacerlo en 3 días....Yo no llegé a ver el final de la carrera porque decidí caminar un poco por alla y cuando me dí cuenta mis compañeros ya estaban de vuelta para San Isidro, fue una mañana entretenida.
El Lunes como descansamos, decidimos aprovechar que estamos en verano y "no llueve" para ir a la playa de Dominical. No estamos muy seguros de ir ya que después del desastre en Chile, muchos países del Pacífico están en alerta de tsunami, entre ellos Costa Rica, pero después de enterarnos de que habían cancelado la alerta decidimos ir. Es una playa impresionante, el agua muy cálida que con el calor que hace apenas refresca un poquito...Al llegar unos enormes pelicanos nos dan la bienvenida, dando un paseo por la playa a lo lejos donde se juntan el mar y el horizonte veo algo blanco....y de repente algo negro que en segundos desaparece dejando un rastro blanco! no puede ser...aviso a Omar pero ya no hay nada, unos instantes después lo vemos de nuevo!! guau!!! Una ballena?? no lo sabemos seguro pero fue un momento increible...esto parece que promete...